“Ocio”, la primera ficción del escritor y periodista Fabián Casas, refleja a través de Los Beatles la historia del joven Andrés Stella y, con ella, la de la depresión, la vida familiar superficial, la marginalidad y la dificultad de hacerse camino en la vida. Es, irónicamente, el contrapunto del descanso, del verdadero ocio.
«Soy como los gatos, que cuando se dejan de lamer para lavarse están muertos; estar vivo, de todas formas, no significa nada”. Son las seis de la tarde, pero el invierno, a esta hora, tiñe el cielo de oscuridad. Andrés está tirado en su cama, hundido en las profundidades de su cama, de su mente, de su invierno personal.
- «Ocio», de Fabián Casas
Musicalizando ese sórdido ambiente suena el lado B del disco “Abbey Road”, de Los Beatles: Because the sky is blue, it makes me cry (que el cielo sea azul me hace llorar), dice irónicamente una canción. La melodía acompaña la depresión del ambiente; la letra evoca el llanto precipitado y el cielo azul, radicalmente opuesto al de esta profunda oscuridad.
En este contexto comienza Ocio, ficción debut de Fabián Casas, poeta, narrador, escritor y periodista. Publicada originalmente en el año 2000 – en pleno menemismo y poco antes del estallido del 2001- diez años después ya había tenido su adaptación en el cine de la mano de Juan Villegas.
“Ocio” pone de manifiesto la vida de Andrés Stella, un joven de 21 años con una aparente depresión, sin proyectos e inmerso en el seno de una familia donde abunda el aislamiento y escasea la comunicación. El protagonista es una persona incapaz de mantener un trabajo estable, adicto al café, obsesionado con el orden y es parte de una familia desintegrada tras la muerte de la madre, punto de unión de cada uno de sus integrantes. “La distancia que nos separa a mi viejo, a mi hermano y a mi es la misma de la de los planetas; mi vieja era el cruce de caminos donde nos encontrábamos, era el motor”, expresa el protagonista. La imagen de la madre y la estela de su ausencia significan para el personaje una herida profunda y el origen de muchos de sus tormentos, de sus acciones, pero también de sus inacciones. Aunque no habla de ella frecuentemente, la evoca en su mente de manera permanente. “La fotografía es un invento satánico, cruel”, dice Andrés tras encontrar una colección de fotos de él de chico junto a su madre. “Esa noche lloré como un hijo de puta”, completa.
- La tapa del disco «Abbey Road», inspiración y eje de la novela
Fabián Casas logra contar en detalle la historia y la psicología del personaje a través de la referencia a otras obras culturales, especialmente a la música y la literatura. Andrés es amante del arte melódico, particularmente del rock internacional clásico y legendario – The Beatles, Frank Zappa, Led Zeppelin, The Rolling Stones – y de las míticas bandas fundacionales del rock nacional como Manal y Pescado Rabioso. Y en ellas, Casas logra develar muchas de las construcciones de pensamiento del protagonista. La presencia constante del lado B de “Abbey Road”, una de las obras cumbre de la banda de Liverpool, nos deja entrever sus emociones y las etapas de su vida. «Después del colegio y de todo el dinero gastado, no veo futuro, no pago el alquiler, se acabó todo el dinero y no tengo dónde ir», canta Paul McCartney en You never give me your Money, reflejando en muchas formas la realidad de Andrés, un joven que no trabaja y es mantenido por su padre. «¿Estarás en mis sueños esta noche?», dice en The End, cuando el protagonista se duerme llorando a su madre. Finalmente Carry that Weight marca esa herida en el protagonista: «Cargarás ese peso por un largo tiempo». Incluso la preferencia por el disco Desatormentándonos, de Pescado Rabioso, refleja la faceta musical predilecta de Andrés: «P.D.: Yo te amo Beatles», escribe Spinetta en el booklet del LP.
La literatura también funciona como hipertexto de las vivencias de Andrés y los libros que lee reflejan una parte de su historia. Viaje al fin de la noche, de Louis-Ferdinand Céline, refleja las miserias humanas y la imposibilidad de escapar de nuestra propia realidad. El juguete rabioso, del magnífico Roberto Arlt, cuenta la historia de Silvio Astier, un joven que se inmiscuye en robos menores y que acaba sumergiéndose en los ámbitos más marginales de la ciudad. Y si bien la vida de Andrés no es exactamente la de Astier, sus vidas sí se unen en un punto álgido: ambos son antihéroes. Tampoco es coincidencia que ambos autores – Arlt y Casas, los dos periodistas – escondan en sus respectivas obras múltiples elementos autobiográficos, ni que ambos describan con profundo detalle las esquinas de la Ciudad de Buenos Aires.
- El largo y sinuoso camino («The long and winding road»), el mismo que recorre Andres a lo largo de la novela